Saltar al contenido

Descanso del Bebé | 30 Consejos para dormir mejor

descanso del bebe
El descanso del bebé es fundamental desde el primer día. Junto con comer bien, es uno de los aspectos que más dolores de cabeza conlleva. Al nacer, el bebé debe acostumbrarse a todo, todo es nuevo para él y necesita aprender. También aprender a descansar y dormir.

Es posible que el bebé no necesite muchas horas de sueño (cuando menos nocturnas, ni seguidas) pero aún así, lo que sí precisa en todo instante es sentirse protegido, debe sentirnos cerca, debe sentir que no está solo y que mamá y papá están ahí para acompañarlo, de día y a la noche. Teniendo presente esta premisa, existen algunos consejos que podrían contribuir a que el bebé esté apacible y descanse mejor. Y con él, nosotros también!

¿Qué encontrarás en este artículo?

Consejos para que el bebé duerma y descanse bien

  1. Cuando llora, hay que contestar inmediatamente y cuanto más pequeño es, más veloz ha de ser nuestra reacción. Esto no es mimarle, sino más bien probarle que le queremos y le comprendemos.
  2. Los pequeños lloran por muchas razones: tienen apetito, están mojados, sienten frío o bien calor, se aburren, están enfermos, les duele algo… Prácticamente todos sus inconvenientes pueden solucionarse: darles de comer, mudarles, entretenerles, sanarles, etcétera
  3. El bebé depende de sus progenitores para todo. Hay que estar siempre y en todo momento pendientes de él, mas asimismo dejarle reposar cuando llore y lo solicite, no molestarle continuamente, y mucho menos pues lo soliciten las visitas.
  4. Existen algunos pequeños que lloran a lo largo de horas sin parar, generalmente por los dolores que les provocan los cólicos. Esta etapa va a pasar, eso seguro. Mientras resulta conveniente no perder los nervios. Es bueno que los progenitores se alternen atendiendo a su hijo (cada media hora, por servirnos de un ejemplo). Un cambio de cara en ocasiones obra milagros en el pequeño; y un respiro nos va a hacer recobrar la calma. El estado anímico se contagia. Y si nos ve muy perturbados, seguramente tampoco se aliviará.
  5. El lloro de un pequeño altera los nervios de cualquiera, con lo que es normal apreciar aliviar su pena, mas no siempre y en toda circunstancia se logra. De ahí que resulta conveniente aprender a aguantar el lloro de nuestro hijo sin perder la calma.
  6. No es preciso continuar con el bebé en brazos todo el tiempo que esté llorando. Podemos probar a meterlo en alguna cuna de esta selección: en ocasiones asimismo precisa un reposo de estar en brazos. Quizás, tras un último llantito, se duerma.
  7. Un antídoto eficiente desde los 6 meses (ya antes son demasiado pequeños) acostumbra a ser lo que podríamos llamar ‘el efecto sorpresa’. Consiste en charlar al bebé en voz baja y después subirla. Después la bajamos nuevamente… Aun podemos plañir bajo con él: de manera frecuente se le olvida por qué razón protestaba.
  8. Todo cuanto tenga un efecto relajante favorece a los bebés quejicas (especialmente a los que lloran a lo largo de horas por las tardes). Como darles masajes de forma regular, hablarles con mucha delicadez, cantarles nanas al oído y muy bajo, acariciarles la carita… Hay que probarlo todo. Si no le agrada, no prosigamos.
  9. Asimismo podemos procurar relajarnos cuando el bebé llora sin aparente razón. Tratemos de sostener la calma poniendo música tradicional, por poner un ejemplo, mientras que tenemos al pequeño en el regazo. A ciertos progenitores les marcha meter los pies en un balde de agua calentita mientras que balancean a su hijo en la cuna para aliviarle.
  10. Es mejor dejar que aprenda a dormir solo en su cuna. Podemos estar cerca a fin de que no piensa que le hemos descuidado o bien dejar una luz encendida, mas no dormirlo en nuestra cama y después pasarlo a la suya. De este modo no va a haber forma de habituarle a su cuna y el antídoto va a ser peor que la enfermedad.
  11. Hay tomas que lloran a lo largo de unos 5 o bien diez minutos ya antes de quedarse dormidos, o bien lo que es exactamente lo mismo, se duermen llorando. Estar a su lado, tocarles, mecerles, decirles palabras suaves o bien cantarles les ayuda.
  12. Si la cuna es amplísima, en los primeros meses los bebés se van a sentir perdidos en un espacio tan grande. La podemos achicar de forma fácil cosiendo unos cojines grandes a las barras. Otra opción es optar por alguna de las llamadas cunas colecho.
  13. En las tomas nocturnas podemos sostener una luz sutil, a fin de que el bebé vaya apreciando la diferencia entre el día y la noche.
  14. Asimismo por la noche hay que mudarle toda vez que se ensucie. Si queja, miremos de qué forma está su pañal, mas hagámoslo tratando de no espabilarle demasiado.
  15. Cuando el bebé duerme a lo largo del día, no hay que bajar las persianas totalmente ni caminar de puntillas por la casa. Si se puede, es mejor que se acostumbre al nivel de estruendos normal del hogar.
  16. Cuando dejemos la toma nocturna, es mejor no dormir cerca. Los pequeños tienen buen olfato, y mientras que les llega el fragancia del pecho va a ser bastante difícil que admitan un «no». De todos modos, la OMS recomienda lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses y dar el pecho a demanda y sin horarios.
  17. Desde los 4 meses muchos ya no precisan la toma nocturna. Ya podemos dormir un poco más seguido.
  18. Los recién nacidos no duermen tanto como los adultos creemos: entre doce y dieciocho horas al día. En consecuencia, es muy normal que al comienzo no durmamos ni una noche del tirón, mas ya lo hemos dicho, paciencia que al final todo llega.
  19. Los paseos al aire libre a última hora son la fórmula mágica para ciertos que tienen inconvenientes de sueño. Evitemos jugar y estimularles en demasía un poco antes de irse a la cuna, pues entonces les va a ser más bastante difícil dormir.
  20. Los rituales en el momento de acostarle de noche son la clave a fin de que el pequeño aprenda a dormir a exactamente la misma hora. Una nana o bien, más adelante, contarles un cuento en voz baja les va a ayudar a conciliar el sueño que tanto precisa.
  21. El bebé no va a dormir más ni mejor por el hecho de que nos empeñemos en sostenerlo despierto el mayor tiempo posible a lo largo del día. Todo lo opuesto, cuando está demasiado fatigado y ha debido digerir muchas impresiones durante el día, le acostumbra a valer más coger el sueño y duerme peor.
  22. Ciertos pequeños se atemorizan cuando los metemos en la cuna fría. Podemos calentarla ya antes con una bolsa de agua caliente, una manta eléctrica… Ya antes de meter al pequeño, es esencial no olvidarnos de sacar de la cuna tanto la manta como la bolsa, y revisar que no se ha calentado demasiado.
  23. Si el bebé no hace caso al vistoso móvil que le hemos colgado sobre la cuna, puede haber múltiples causas: que esté demasiado alto, que no sea demasiado atractivo o bien que no lo vea. En verdad, en los primeros meses se entretiene más con una caja de música o bien con dibujos de distintos colores en los dos lados de la cuna (puestos a la altura de los ojos, aproximadamente).
  24. A las 3 semanas de nacer, acostumbra a darse una fase crítica; la próxima, a las 6 semanas; y después otra, cerca de los 3 meses. Su desarrollo recibe un fuerte empujón, de forma que, a lo largo de unos días, es muy normal que tenga más apetito, duerma menos y llore más. Debemos amoldarnos a sus demandas, enseguida todo volverá a normalizarse.
  25. Para su buen desarrollo psicomotor es bueno estimularles precozmente. Hacerles pequeños ejercicios físicos en brazos y piernas, hablarles mucho y jugar con ellos. Todo esto es buenísimo para los pequeños y asimismo para sus progenitores. Una buena solución puede ser alguno de estos gimnasios para bebé.
  26. Si vemos que el pequeño no está receptivo, que no desea jugar ni ser estimulado, no hay que obligarle. Si le hemos preparado un juego singular, dejémoslo para después.
  27. Ciertos pasatiempos preferidos de los bebés en los primeros meses son: observar de cerca la cara sonriente de papá y mamá, jugar con sus manos y sus pies, patear a su aire y mirarse al espéculo. Favorezcamos estos juegos y juguemos con ellos.
  28. Un buen desarrollo siempre y en todo momento viene acompañado de mucho, mucho cariño. Lo que los bebés precisan, sobre todo, es saber que sus progenitores y su familia les quieren y les cuidan.
  29. De ahí que es tan bueno contestar a sus demandas de forma inmediata. Cuando son tan pequeños, atender sus necesidades no quiere decir que les estemos malcriando. Si un bebé nos llama, es por el hecho de que nos precisa, y si asistimos a su lado, confiará en nosotros.
  30. Asimismo precisan el contacto físico. Un pequeño no se malacostumbra si lo cogemos mucho en brazos. En verdad, viene de estar ‘abrazado’ por la tripita de mamá continuamente.

¿Cuántas horas tiene que dormir un bebé?

Son ineludibles las dudas sobre si el descanso del bebé es el adecuado: ¿va a ser normal que se despierte tanto? ¿por qué razón las siestas del bebé son tan cortas? Despreocúpate, terminan de nacer y aprenden a dormir, a comer… Solo hay que conocer ese proceso de adaptación a fin de que duerman sosegados…

Todos y cada uno de los bebés duermen en el útero de sus madres. Al nacer, no tienen marcados los ritmos, en tanto que la secreción de melatonina (hormona que induce el sueño) es bajísima y continua, o sea, no aparece por la noche y desaparece de día como en los adultos. Hasta las cuatro-ocho semanas el bebé, no adquieren un ritmo día-noche conveniente. Para asistirle a alterar sus hábitos, sin forzar su ritmo natural, conviene:

El descanso del bebé durante el día

Por el día, sobre todo por la mañana, exponerle el mayor tiempo posible a la luz natural con paseos, luz mediante ventanales, etcétera A última hora del día, intentar que reciba menos luz. Efectuar sus rutinas y cuidados rutinarios siempre y en todo momento a exactamente la misma hora. Lo idóneo es darle un baño relajante a última hora de la tarde.

El descanso del bebé durante la noche

De noche, cuando se despierte, aguardar poco antes de ofrecerle pecho, para eludir que asocie el hecho de despertarse con la nutrición. Intentar que las tomas nocturnas sean sosegadas, sin luz o bien con la mínima posible.

En este artículo te hemos mostrado 30 consejos para mejorar el descanso del bebé, pero hay miles más. Lo importante es que te sientas cómodo y cómoda acompañando a tu bebé en sus primeros días. En realidad dará igual cómo lo hagas si encuentras tu forma en que os sintáis cómodos! Prueba e investiga por tu cuenta!