
Cuando un bebé viene en camino, son muchos los temores e inquietudes como padres, quienes desean cuidar todo lo que asegure un crecimiento sano. ¿Los colchones para bebés deben ser parte fundamental de esa planificación? Sí. Un colchón puede marcar la diferencia.
Conocida por pocos padres, la plagiocefalia es la deformidad craneal en bebés más común. Consiste en la deformación de la cabeza hasta convertirse en una especie de rombo, es decir, aplanado de un lado a nivel occipital. Esto puede ser evitado con colchones especiales.
¿Cómo se produce la plagiocefalia?
La plagiocefalia se produce por dormir desde el nacimiento en posición invariable boca arriba con el giro de cabeza hacia el mismo lado, lo que conlleva la aplicación constante de presión sobre la parte posterior del cráneo, muy maleable en los recién nacidos y lactantes.
Hay que recordar que los bebés pueden dormir alrededor de 16 horas diarias y durante todo ese tiempo, su cabeza se mantiene bajo presión en el colchón de cuna.
Estadísticas revelan que 46,6% de los bebés sufre del denominado síndrome de cabeza plana, una cifra que ha crecido especialmente porque los médicos han recomendado dormir a los bebés boca arriba para evitar una muerte súbita: Un propósito que se ha cumplido.
Más allá del tema estético, la plagiocefalia conlleva complicaciones en cuanto al aprendizaje de los pequeños y puede ser causante de episodios severos de tortícolis.
¿Qué debe tener un colchón para evitar la plagiocefalia?
A partir de todas estas inquietudes científicas, relacionadas con la salud de los pequeños, la empresa Ecus Care ha desarrollado colchones para bebés certificados que además, disminuyen considerablemente el riesgo de asfixia y facilitan la posibilidad de mover al pequeño en función de evitar esta deformación.