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Semana 23 de embarazo

¿Qué encontrarás en este artículo?

Evolución del bebé en la semana 23 de embarazo

Cada semana es un mundo distinto para el crecimiento de tu bebé. Hasta este momento, el feto tiene la forma elemental de un recién nacido, aunque no completamente formado. Sin embargo, a partir de la semana veintitrés, podemos observar rasgos relevantes en su evolución.

Para este momento, tu bebé ya mide aproximadamente entre 28 y 29 centímetros, y pesa unos 500 gramos o tal vez un poco más, es decir, tu bebé ya tiene el tamaño de una berenjena pequeña y el equivalente en peso a un mango grande.

Es probable que comiences a sentir las pataditas de tu bebé, ya que sus movimientos son más enérgicos. En estos momentos, el bebé se estira, bosteza, duerme siestas… Su coordinación muscular ahora también está mucho más desarrollada.

No solo tú podrás sentir los movimientos del bebé, él o ella también sentirá los tuyos. Esto se debe a que el oído interno del bebé ha madurado lo suficiente como para enviar señales al cerebro y responder mucho más a los sonidos.

Ahora que sabes esto, deberías comenzar a consentirlo. Puedes hablarle, leerle o incluso cantarle, esto hará que cuando el bebé nazca reconocerá tu voz. No solo eso, poner música y hasta bailar ―pasos lentos, con moderación― tendrán repercusiones positivas.

En esta etapa los bebés tienen un color sonrosado, sin importar cuál sea el color de su piel en el futuro, y están bastante arrugaditos. El bebé nacerá con cierta pigmentación en su piel, pero no adquirirá su color definitivo hasta el final del primer año de vida.

También su cabello y sus cejas adquieren la pigmentación registrada en su ADN; y todos los sistemas ―el digestivo, el circulatorio y el respiratorio― se están preparando para su adecuado funcionamiento fuera del útero.

Las venas que tiene en sus pulmones, y que le ayudarán a respirar se están desarrollando, aunque todavía faltan unos meses para que los pulmones estén completamente formados. Es por ello que los bebés prematuros a menudo tienen dificultad para respirar.

Los bebés que nacen en la semana veintitrés de embarazo, pueden sobrevivir con cuidados médicos intensivos, pero corren el riesgo de sufrir muchas complicaciones. Este riesgo existirá para cualquier bebé nacido antes de las treinta y siete semanas.

Otro de los riesgos a tener en cuenta es la preeclampsia. Si tu presión arterial es demasiado alta, tu médico puede que esté atento a la potencial aparición de preeclampsia, una complicación del embarazo que se caracteriza por hipertensión, edema (hinchazón) y proteínas en la orina.

Qué siente la madre en la semana 23 del embarazo

Además, la madre también presentará cambios. Al llegar a esta semana, el útero medirá unos 22 centímetros por encima del ombligo. Es normal sentir molestia y tirantez en la zona del pubis, aunque estas molestias pueden confundirse con contracciones uterinas.

Los altibajos emocionales continuarán siendo la tónica habitual, así que debes mantener la ansiedad, estrés y tristeza a raya, por tu bien y por el del bebé. A estas emociones hay que sumarle el instinto maternal que una ya tienes sumamente desarrollado a estas alturas del embarazo.

Con todo esto, ya eres un poco más consciente de la evolución de tu bebé dentro de ti. Las próximas semanas éste crecerá, hasta desarrollar por completo todas sus extremidades. Pronto el proceso de gestación terminará y tendrás a tu bebé en tus brazos.

Puedes revisar toda la información que necesites en este artículo completo sobre el embarazo semana a semana.