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Dolor lumbar en el embarazo

El dolor lumbar en el embarazo, sobre todo aquel que se focaliza en la parte inferior de la espalda, indica que el útero está creciendo, además de que las hormonas están revolucionadas, provocando todo tipo de cambios.

La espalda tiene un centro de gravedad que proporciona el equilibrio adecuado para mantener todo en su sitio, y al mismo tiempo evitar el dolor. A medida que el útero se expande, este centro de gravedad se verá desplazado y se debilitan los músculos de la zona abdominal. La postura de la embarazada cambiará y esto provocará el dolor lumbar.

Al mismo tiempo, también puede darse el caso de que el útero haga presión sobre un nervio, siendo este el origen principal del dolor de espalda.

Cualquier peso adicional que puedas llevar se asociará con un mayor nivel de trabajo por parte de los músculos. En cuanto llegues al final del día experimentarás un todavía mayor dolor lumbar.

Cómo ya hemos comentado, las hormonas también juegan un papel importante en este punto; los cambios hormonales afectan a las articulaciones, haciendo que estas se distiendan, reduciendo la estabilidad del cuerpo e incrementando el dolor.

Todo esto hará que sientas dolor, incluso a la hora de hacer actividades tan habituales cómo salir a dar una vuelta, estar de pie, o hasta sentada durante bastante tiempo, levantarte de un sillón o de un sofá que sea muy bajo, agacharte y levantar objetos, etc..

Este trastorno es muy común, afectando a un 65% de las mujeres embarazadas. Lo peor de todo viene en los últimos meses del embarazo, momento en el que el bebé pesará más y hará que la espalda esté en una tensión mayor. Esto hará que el dolor lumbar sea todavía más elevado.

¿Qué encontrarás en este artículo?

¿Hay alguna forma de calmar el dolor lumbar?

Aunque parezca absurdo, estar mucho tiempo en la cama incrementará el dolor lumbar, en lugar de hacer que remita. Los expertos recomiendan hacer algo de ejercicio; sin embargo, esto dependerá de lo que te recomiende tu médico. Es muy posible que la actividad física tenga que ser limitada, o puede que estés en un periodo o en una situación en la que no debas hacer ejercicio.

Los ejercicios de pesas y de estiramiento son perfectos para fortalecer los músculos y para aumentar la flexibilidad de los mismos. La natación ayuda a fortalecer los músculos de la zona del abdomen y de la espalda. Además, cómo estos ejercicios se hacen en el agua, reducen el dolor lumbar del embarazo.

Hacer yoga o caminar de forma regular son ejercicios de bajo impacto que podemos incorporar de forma sencilla a nuestra rutina de ejercicios.

Vigila tu postura, flexiona las rodillas cuando levantes objetos (no dobles la cintura), divide el peso de los objetos que tengas que cargar y asegúrate de mantener la espalda recta cuando te sientes. Si te duele la espalda, puedes probar aplicando calor, frío, o darte un pequeño capricho e ir a que te den un masaje.

Si el dolor persiste puedes hablarlo con tu médico para que te recomiende medidas más avanzadas.

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